DIEGO MONROY Y AGUILERA (Baena, 1786-Córdoba, 1856).
"Florero".
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Marco del siglo XIX.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 63 x 74 cm; 87 x 97 cm (marco).
Diego de Monroy nos brinda un bodegón de flores heredero de la pintura de Juan de Arellano, con un magnífico tratamiento de las calidades, los colores y, especialmente, la efectista iluminación tenebrista, que dota a las flores de una presencia y un aspecto tridimensional que alcanza un nivel ilusionista, casi de trampantojo. Las flores en tonos rojos, ocres y blancos, surgen de la penumbra, trabajadas con gran maestría.El jarrón se sitúa en un cesto de mimbre, y se eleva sobre un pretil algo más iluminado, reforzando la construcción espacial de forma naturalista. Diego Monroy y Aguilera inició su formación académica de la mano de su padre, aunque posteriormente continuó su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como pensionado del obispo de Córdoba. Pasó entonces a ser discípulo de Maella, quien le encargó varios trabajos para el colegio de los Sordomudos de Madrid. Cinco años, después de llegar a la Academia de San Fernando, recibió el titulo de académico, que no llego hasta el año 1819, debido a la situación política provocada por la guerra de la Independencia. En el año 1843 fue nombrado caballero de la Orden de Caris III y un año más tarde la dirección del Museo Provincial de Córdoba.