Escuela española del siglo XVIII.
"San Félix Cantalicio".
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 82 x 60 cm; 93 x 70 cm (marco).
En esta obra aparecen tres figuras principales de cruzan diagonalmente la escena; San Félix aparece situado en primer plano arrodillado sosteniendo en brazos al Niño Jesús con la mirada en él. La Virgen se encuentra en el extremo superior izquierdo emergiendo entre las nubes, con los brazos extendidos hacia el Niño y San Félix. La luz surge del extremo superior izquierdo, una irradiación celestial que enmarca la figura de la Virgen y que llega hasta el Niño y el Santo, también iluminados, creando una composición en diagonal muy propia del Barroco que deja un fondo oscuro y un cesto de panes ricamente iluminado.
San Félix fue el primer santo de la orden de los capuchinos. Como el santo era analfabeto y no podía leer, solía decir que no estudió más que seis letras: cinco rojas y una blanca, y que estas eran suficientes para ser docto en la ciencia de los santos. Las cinco letras rojas significaban las cinco heridas y la pasión de Jesucristo, que fue el tema común de sus meditaciones.