MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957).
“El pintor de rodillas”.
Litografía sobre papel. Ejemplar 66/200.
Firmado y justificado.
Medidas: 74 x 53 cm.
La presente litografía, realizada por Miquel Barceló en la década de 1980, constituye una pieza emblemática del periodo expresionista del artista mallorquín, en el que su lenguaje plástico comenzaba a consolidarse con una fuerza visceral y un marcado carácter matérico. En ella, Barceló representa la figura de un pintor —posiblemente un alter ego del propio artista— inmerso en el acto creativo, en un espacio que se percibe tanto físico como mental, sugerido más por la energía del trazo que por una construcción espacial convencional.Los colores predominantes, amarillos intensos y rojos incandescentes, no sólo dominan la composición, sino que refuerzan el carácter pulsional de la escena. Estos tonos cálidos, aplicados con una gestualidad libre y espontánea, generan una atmósfera densa y febril que alude al fuego interno del proceso creativo. Pintor y escultor, Barceló inicia su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca. En 1974 debuta individualmente, con tan sólo diecisiete años, en la Galería Picarol de Mallorca. Ese mismo año se traslada a Barcelona, donde se matricula en la Escuela de Sant Jordi, y realiza su primer viaje a París. En la capital gala descubrirá el “art brut”, estilo que ejercerá una importante influencia en sus primeras obras. En 1976 celebra su primera exposición individual en un museo: “Cadaverina 15” en el Museo de Mallorca, consistente en un montaje de 225 cajas de madera con tapa de cristal, con materiales orgánicos en descomposición en su interior. En 1977 realiza un segundo viaje a París, y también visita Londres y Ámsterdam. Ese mismo año expone por primera vez en Barcelona y conoce a Javier Mariscal, quien será uno de sus mejores amigos en la ciudad. Junto a él y al fotógrafo Antoni Catany participa, como miembro de la revista “Neón de Suro”, en exposiciones en Canadá y California. Se inicia su reconocimiento internacional a principios de los ochenta, cuando participa en la Bienal de São Paulo (1981) y la Documenta de Kassel (1982). En 1986 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde entonces su trabajo ha sido reconocido a través de los más destacados galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) o el Premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007). Barceló está actualmente representado en los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Centre Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao, el Marugami Hirai de Japón, el Reina Sofía de Madrid, el Patio Herreriano de Valladolid, el CAPC de Burdeos, el Carré d’Art de Nimes, el de Arte Contemporáneo de Caracas y el de Bellas Artes de Boston, entre otros.