KAREL APPEL (Países Bajos, 1921 – Suiza, 2006).
Sin título.
Serigrafía sobre papel. Ejemplar 31/90.
Presenta arruga leve en la esquina inferior izquierda.
Firmado y numerado a lápiz.
Medidas: 37 x 52 cm.
Karel Appel fue pintor, escultor y artista gráfico, y actualmente se le considera el artista más vigoroso de la generación de la posguerra en su país. En 1948 fundó, junto a Corneille, Jorn y Alechinsku el Grupo Internacional CoBrA, determinante en el desarrollo y expansión de los automatismos europeos entre los años 40 y 50. En tiempos de ocupación nazi enHolanda, Apple vagó por el país para evitar ser enviado a trabajar a Alemania. En 1946 hizo su primera exposición individual, en Groningenen, en la que se apreciaba ya la huella de Dubuffet, con quien llegaría a compartir ciertos conceptos teóricos. De 1947 son sus primeras esculturas, pioneras en el ensamblaje de materiales de desecho. Algunos artistas, rechazando el rigor y el sectarismo de la organización surrealista, fundaron el grupo CoBrA (abreviaturas de Copenhague, Bruselas y Amsterdam, ciudades de las que procedían Appel, Corneille y Constant, quienes firmaron junto a Jorn, Noiret y Dotremont el manifiesto inaugural). Los pintores CoBrA perseguían un trabajo más espontáneo, que atendiera a las tradiciones culturales locales y que recogiera una imaginería fantástica. El grupo se disolvió pronto, en 1951, pero algunos de sus componentes, en particular Appel, Jorn y Alechinsky, mantuvieron su espíritu en las siguientes décadas. Su pintura se caracteriza por una gran carga expresionista ligada a las figuras de Max Pechstein y Edward Munich, dos de los grandes expresionistas nórdicos. Su obra está realizada con densos empastes y violentos juegos de color, que denotan el carácter agitado del expresionismo nórdico. Más tarde, su lenguaje evolucionó en una línea más suavizada, acercándose a la Hand Edge Painting. Appel fue un artista incansable que exploró múltiples lenguajes, desde la escultura, la cerámica, la pintura mural, la vidriera o el grabado. Durante su larga carrera artística recibió numerosos reconocimientos y colaboró con artistas de otras disciplinas como el poeta Allen Ginsberg o el coreógrafo Min Tanaka. Sus primeros éxitos se produjeron en 1953, con la exposición en el Palais des Beaux Arts en Bruselas y su participación en la Bienal de Sao Paulo (volvería en 1959 y obtendría el premio internacional de pintura), y en 1954, cuando recibió el premio de la UNESCO en la Bienal de Venecia y expuso en París y Nueva York. Appel está representado en el Museo Guggenheim y el MoMA de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la Tate Gallery de Londres, el Albertina en Viena, el Thyssen-Bornemisza, la Colección Peggy Guggenheim de Venecia y el de Bellas Artes de Dordrecht, entre muchos otros.