ANTONI TÀPIES PUIG (Barcelona, 1923 – 2012).
Sin título.
Litografía sobre papel Vélin d’Arches de 270 gramos, ejemplar 69/250.
Firmada y numerada a lápiz.
Medidas: 63 x 89’5 cm.
Antoni Tàpies se inicia en el arte durante la larga convalecencia de una enfermedad pulmonar. Progresivamente se dedicará con mayor intensidad al dibujo y a la pintura, y finalmente deja sus estudios de Derecho para dedicarse por completo al arte. Cofundador de “Dau al Set” en 1948, empieza a exponer en los Salones de Octubre de Barcelona, así como en el Salón de los Once celebrado en Madrid en 1949. Tras realizar su primera muestra individual en las Galerías Layetanas, viaja a París en 1950, becado por el Instituto Francés. En estos años inicia su participación en la Bienal de Venecia, expone de nuevo en las Layetanas y, tras una muestra en Chicago, en 1953 expone de forma individual en la galería neoyorkina de Martha Jackson. Desde entonces se sucederán sus muestras, tanto colectivas como individuales, por todo el mundo, en destacadas galerías y en museos como el Guggenheim de Nueva York o el de Arte Moderno de París. Ha obtenido premios como el Príncipe de Asturias, El Praemium Imperiale de la Japan Art Association, el Premio Nacional de Cultura, el Gran Premio de Pintura de Francia, etc., y se le han dedicado antológicas en Tokio (1976), Nueva York (1977 y 2005), Roma (1980), Ámsterdam (1980), Madrid (1980), Venecia (1982), Milán (1985), Viena (1986) y Bruselas (1986). Está representado en los principales museos de todo el mundo, como la fundación que lleva su nombre en Barcelona, el Reina Sofía de Madrid, los Guggenheim de Berlín, Bilbao y Nueva York, el Museo de Arte Fukoka de Japón, el MOMA de Nueva York o la Tate Gallery de Londres.
La obra de Tàpies se encuadra dentro del informalismo y en ella es básico el aspecto matérico; el garabato, el brochazo lleno de materia pictórica, el collage… Pero en Tàpies resulta también fundamental el aspecto simbólico. A lo largo de los años el artista irá creando un imaginario significativo en el que son esenciales elementos como las cruces, en un sentido que va más allá de su vinculación con el cristianismo, las X, como alusión a la encrucijada, real o vital, o los números como el 8, símbolo del infinito.
La Suite Olímpica está compuesta por 50 litografías y serigrafías escogidas para representar diversas tendencias artísticas contemporáneas. Fue editada para conmemorar el primer centenario del olimpismo moderno. Los artistas escogidos se definen en movimientos y corrientes pictóricas diversas.