JAMES PRADIER (Suiza, 1790 – Francia, 1852).
“Ecce Homo”.
Medallón con urna de cristal. Marco de madera tallado.
Firmado en el relieve.
Medidas: 34 x 31 cm; 47 x 36 x 17 cm (peana con urna).
Este medallón, firmado J. Pradier, representa el arrobo intenso del Ecce Homo. La fuga de la mirada hacia el cielo, el sutil gesto ladeado de la cabeza, la corona cuyas espinas se recortan frente al fondo son, por excelencia, el modo de representación de este pasaje cristiano.
Natural de Ginebra, Pradier viajó a París en 1807 para trabajar con su hermano mayor, grabador de profesión. Ganó un Premio de Roma que le permitió estudiar en dicha ciudad entre 1814 y 1818 con Ingres, y en 1827 se convirtió en miembro de la Academia de Bellas Artes y profesor de la École de Beaux Arts. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Pradier supervisó el acabado de sus esculturas. Está representado en los Museos del Louvre y de Orsay en París, el Metropolitan de Nueva York, el Chi-Mei de Taiwán y el Courtauld Institute de Londres, entre otros. Merece mención especial el fundidor, Auguste Maximilien Delafontaine, heredero de una tradición familiar iniciada en la segunda mitad del siglo XVIII por Jean Baptiste Maximilien Delafontaine. Auguste Maximilien tomó las riendas de la fábrica familiar en 1840, iniciándose así el periodo más fecundo para esta fundición. En estos años colaborarán con Delafontaine importantes escultores del momento como Duret, Cavlier o Pradier.