Coche de juguete Citroen Torpedo, años 40.
Metal pintado.
Era el coche en miniatura que la marca regala a los hijos de los clientes.
Presenta marcas de uso y desgaste.
Medidas: 17 x 37 x 14 cm.
Durante la primera mitad del siglo pasado, los modelos a escala que se exhibían en los concesionarios Citroen, eran productos de la casa que se regalaban a los hijos de los clientes. André Citroën, hombre de espíritu innovador, vio en las réplicas en miniatura la oportunidad para ir creando algunos potenciales clientes en la siguiente generación. Creó la división juguetera de la empresa y la bautizó con su propio nombre: Jouets (juguetes) André Citroën. Así, cuando alguien adquiría un automóvil Citroën, podía llevarse dos. Uno para toda la familia, y otro exclusivamente para los pequeños de la casa. Ambos genuinos, fabricados por la misma empresa, con la misma calidad, sin intermediarios. Las réplicas eran de muy buena facrura y tuvieron mucho éxito; tanto, que a los pocos años, a pedido del público y de los comerciantes mismos, los juguetes de André Citroën dejaron de ser artículos exclusivos de los concesionarios, y pasaron a ofrecerse también en las jugueterías.