Consola; Roma, c. 1790.
Sobre de mármol y estructura de madera, tallada, dorada y policromada.
Presenta restauraciones en el sobre y en la estructura.
Medidas: 92 x 141 x 58 cm.
Consola del siglo XVIII con estructura de manera y sobre de mármol. Resulta clara la inspiración en elementos decorativos extraídos bien del Renacimiento bien de la Antigüedad clásica, como es habitual en las obras que se enmarcan en el Neoclasicismo. Ejemplo de ello son las patas concebidas a modo de estípite con cuerpo estrilado, como el de una columna. En el faldón se puede apreciar un delicado trabajo de laceria tallada, con roleos y tornapuntas doradas que destacan sobre la policromía. En las esquinas y en el centro la talla adquiere mayor protagonismos, con florones en las esquinas y una figura central que representa a una joven ataviada de manera clásica con una cornucopia entre sus manos, por lo que se deduce que podría ser la representación de la diosa Hera.
La realización de consolas fue ampliamente reconocida en Roma entre la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII, y derivaban directamente de las realizadas durante el primer barroco por artistas del entorno inmediato de Bernini, como las famosas mesas de la náyade y el tritón. Se trataba de muebles donde predomina la talla, trabajada a varios niveles de relieve e incluso con detalles en bulto redondo, figuras independientes que pueden llegar a sustituir partes de la estructura (especialmente los soportes). Estas mesas fueron muebles de exhibición, ricamente decorados y caracterizados por una alta calidad. Por otro lado, según se acerquen por fecha al siglo XVIII se apreciará en ellas, como en este caso concreto, formas cada vez más simétricas, buscando la ondulación, el movimiento, pero también cierto equilibrio, como se constata en esta pieza, y priorizando la decoración de tipo vegetal.