Icono ruso del siglo XIX.
"Evangelista".
Pintura y pan de oro sobre madera.
Presenta algunas faltas de policromía.
Medidas: 29,5 x 25,5 x 2,5 cm.
Icono ruso con la representación de uno de los cuatros evangelistas, al que se le identifica por la leyenda en cirílico que lo acompaña. De representación frontal y dibujo lineal, adopta el gesto de bendecir con una mano y muestra los Evangelios con la otra. Como es usual en la paleta de los iconos rusos, la suntuosidad de la túnica ha sido descrita con una paleta de intensos tonos carmín, dorados y cobaltos.
Los iconos ortodoxos responden a una tradición ajena a la pintura de índole representativa. En los iconos todo tiene un simbolismo: el color debe expresar la luminosidad interior, una luz que no procede del mundo físico. En ellos tampoco existe el espacio habitual, como tampoco existen acontecimientos convencionales. El icono es una ventana abierta a un mundo de naturaleza espiritual.