Icono; Rusia, siglo XIX.
“San Juan Bautista”.
Témpera sobre tabla.
Presenta daños provocados por xilófagos no activos.
Medidas: 30,5 x 25 x 3 cm.
Icono ruso del siglo XIX, cuyo protagonista es san Juan Bautista. Este se nos presenta en el centro de la composición como un hombre de larga cabellera. Su delicada mano sostiene el cáliz en el que se puede apreciar una figura humana nimbada. Formalmente el santo se representa imponente frente a un fondo neutro que realza su monumentalidad.
Juan el Bautista fue hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel, prima de la Virgen María. Se retiró muy joven al desierto de Judea para llevar una vida ascética y predicar la penitencia, y reconoció en Jesús, que se hizo bautizar por él, al Mesías anunciado por los profetas. Un año después del bautismo de Cristo, en el año 29, Juan fue arrestado y encarcelado por el tetrarca de Galilea Herodes Antipas, cuyo matrimonio con Herodías, su sobrina y cuñada, se había atrevido a censurar. Finalmente, san Juan fue decapitado, y su cabeza entregada a Salomé como premio por sus hermosas danzas, tras una estratagema operada por Herodías.