Pareja de esfinges. Flandes, siglo XIX.
En madera tallada y latón.
Una de ellas presenta restauración en la cola.
Medidas: 66,5 x 49 x 13 cm.
Pareja de esculturas flamenca de periodo decimonónico. Representan dos esfinges, interpretadas aquí con un refinado sentido del equilibrio entre la sensualidad alegórica y la severidad simbólica. Concebidas como figuras guardianas, estas esfinges manifiestan una fusión estética entre la tradición egipcia, la grecorromana, el gusto historicista del siglo XIX y un claro interés por la estilización de los rasgos femeninos. Ambas figuras están concebidas en una posición sedente y simétrica, con el cuerpo de león apoyado sobre las patas traseras, en actitud vigilante. El tratamiento de la anatomía felina es comedido, elegante, carente de dramatismo muscular, lo que refuerza la apariencia majestuosa. El rostro de cada esfinge es el de una joven mujer, de facciones armoniosas: frente despejada, nariz recta y perfil griego, ojos almendrados de mirada serena, y una ligera sonrisa que aporta humanidad sin perder el misterio. Estos rasgos, lejos de evocar una identidad concreta, remiten a un ideal femenino arquetípico, sereno, atemporal y ambiguo. Los velos drapeados que envuelven las cabezas, cayendo sobre los hombros, se funde con la melena leonina. Estas esculturas responden al gusto eclecticista y simbólico del siglo XIX, en concreto en el ámbito flamenco, donde coexistían el academicismo, la reinterpretación romántica de la Antigüedad y un naciente gusto por lo exótico.