Atribuidas a ANTONI GAUDÍ (Reus o Riudoms, Tarragona, 1852 – Barcelona, 1926).
Pareja de peanas para jardineras de la Casa Milà, ca.1900.
Hierro forjado y patinado.
Medidas: 116 x 60 x 60 cm.
Pareja de peanas para jardineras modernistas atribuidas a Antoni Gaudí. En estilo y técnica responden al tipo de objetos decorativos, auténticas obras de arte, que Gaudí ideaba para concebir como un todo el continente y el contenido, la arquitectura y los muebles. Así, el diseño orgánico de estas jardineras se integraba con el resto de elementos de un interior elegante, colocándose en los balcones o barandillas de sus edificios más emblemáticos: la Pedrera (el lugar original de las peanas que mostramos), Casa Vicens, casa Batlló o el Parque Güell. La naturaleza irrumpía así en la casa, creando una relación armónica entre espacio interior y exterior. En esta pareja de peanas vemos cómo láminas sinuosas de metal forman líneas continuas desde los pies a los términos, que se pliegan evocando corolas florales y elementos foliados. En el centro el hierro se torna rugoso, torneándose al capricho del crecimiento vegetal, y en la parte superior se ramifican en brotes que se abren para asentar las jardineras. Gaudí colaboraba con artesanos expertos como los hermanos Badia o Joan Oñós para ejecutar estos trabajos. Él mismo conocía el trabajo de los metales desde su infancia, pues era hijo de un calderero y sobrino de herreros. Además, durante su etapa de formación, frecuentó diversos talleres artesanales, como los de Eudald Puntí y Llorenç Matamala, donde aprendió los aspectos básicos de todos los oficios relacionados con la arquitectura.
Máximo representante del modernismo catalán y, por tanto, del español, Gaudí es uno de los arquitectos y decoradores más destacados de la historia europea. Ya de niño le gustaba el excursionismo, el contacto directo con la naturaleza. Habiendo destacado desde niño por sus dibujos, cursa arquitectura en la Escuela de la Llotja y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, donde se graduó en 1878. Con su primer encargo importante, la Casa Vicens, Gaudí empieza adquirir renombre, y a atraer encargos cada vez de mayor envergadura. En 1878 muestra en la Exposición Universal de París una vitrina realizada para la guantería Comella. Esta pieza, de diseño modernista a la vez que funcional, impresiona al industrial Eusebi Güell, figura clave desde entonces en la biografía artística de Gaudí. De hecho Güell fue, además de gran amigo de Gaudí, su principal mecenas, y le encargó algunas de sus obras más destacadas, como el Parque Güell. En 1883 acepta el encargo de proseguir las obras de la Sagrada Familia; Gaudí modificó totalmente el proyecto inicial, y esta construcción se convirtió en su obra cumbre, en la que trabajó hasta el día de su muerte. A este proyecto le sucedieron otros encargos importantes, como el palacio episcopal de Astorga, las casas Batlló y Milá o la restauración de la catedral de Palma de Mallorca. En 1910 se celebra la primera una exposición dedicada a Gaudí, en el Grand Palais de París. Ya tras su muerte se celebraron importantes retrospectivas del arquitecto, entre las que destaca la del MOMA de Nueva York, su primera gran exposición internacional, que tuvo lugar en 1957. Desde mediados del siglo XX la valoración de Gaudí ha ido en aumento, culminando con la proclamación de varias de sus obras como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1984 (Parque Güell, Palacio Güell y Casa Milá), y 2005 (cripta y ábside de la Sagrada Familia, las casas Vicens y Batlló y la cripta de la Colonia Güell). Actualmente se pueden admirar diseños para mobiliario y artes decorativas de Gaudí en el Museo de Orsay de París, el MOMA de Nueva York, la Galería Nacional de Arte de Washington D.C. y el Museo Nacional de Arte de Cataluña, así como en su Casa-Museo del Parque Güell.