Escuela alemana. Alsacia, primer tercio del siglo XVI.
"Cristo en el Monte de los Olivos".
Relieve. Procedente de un retablo (2 piezas).
Madera tallada, dorada y policromada.
Presenta desgastes y algunas pérdidas.
Procedencia: antigua colección Claer, Mulhouse. (Etiquetas en la parte posterior de los dos grupos).
Medidas: 69 x 47 x 21 cm.; 60 x 40 x 20 cm.
Este importante relieve con el tema del Monte de los Olivos, procedente de un retablo, combina la teatralidad del Gótico tardío con un interés palpable por individualizar los rasgos de los personajes y por el volumen característico del Renacimiento nórdico, así como una voluntad de trabajar la perspectiva. Jesús ocupa un lugar preferente, arrodillado sobre una base que simula montones de piedras. Con una postura inclinada y las manos juntas, expresa un profundo recogimiento y angustia. Abre los ojos transmitiendo inquietud y dramatismo contenido. Sus facciones son finas, enmarcadas por un cabello ondulado. La túnica se drapea con pliegues quebrados. El sacerdote que dormita junto a Jesús adopta un gesto de bendición que iconográficamente hacía alusión a la vida eterna. En el segundo grupo escultórico, un apóstol se ha quedado dormido sobre la tierra húmeda y el otro duerme sentado, con la palma de la mano acogiendo su mullida mejilla. Respetan la iconografía tradicional del Evangelio. Más al fondo, se observa a Judas portando una bolsa de dinero, símbolo de la traición. Asoma por la puerta de la valla de madera junto a un soldado, anticipando el arresto de Cristo. Ambos personajes están representados en bajorrelieve, en contraste con el altorrelieve de los personajes principales, lo que contribuye a crear una sensación de profundidad y jerarquización visual. La disposición de los personajes en distintos planos, el contraste entre la pasividad de los apóstoles y la inminente traición de Judas, y el detallismo en los gestos y vestiduras reflejan la maestría de la escuela escultórica alsaciana del siglo XVI.
En los albores del siglo XVI, la escultura religiosa alsaciana aún conservaba los rasgos del Gótico tardío, caracterizado por la expresividad de los rostros, el detallismo en los cabellos y vestiduras, y la teatralidad de las escenas. Sin embargo, en esta época comienzan a percibirse influencias renacentistas en el tratamiento de la anatomía y en la búsqueda de una mayor naturalidad en los gestos y posturas. Alsacia, en la frontera entre Alemania y Francia, fue un importante centro artístico donde confluyeron las influencias germánicas y flamencas. La talla en madera era el medio predominante en la escultura religiosa, con retablos ricamente decorados que combinaban escenas narrativas en relieve y figuras exentas. La policromía era habitual en estas obras, aportando mayor realismo y dramatismo a las expresiones faciales y los pliegues de las vestiduras.