Escuela italiana del Grand Tour del siglo XIX según el modelo de GIUSEPPE FRANCHI (Carrara 1731-1806).
“León”.
Serpentina.
Presenta algunos descantillados.
Medidas: 36 x 41 x 16 cm.
Extraordinaria talla representando un león mayestático en serpentina. Con sus fauces entreabiertas y la mirada expresiva denota una presencia desafiante. El cuerpo robusto está trabajado cuidando la justa anatomía, dando una idea de proporción clásica, acorde con la época renacentista en la que se inspira. Su melena está trabajada en largos y densos cincelados que enmarcan la cabeza. Las fuertes garras subrayan la altivez del porte, en actitud de emprender el camino. El león es emblema de poder en la heráldica y en iconografías de bestiarios medievales. Ya en época grecorromana los leones sedentes simbolizaban victorias sobre pueblos enemigos, como el león de mármol de la antigua ciudad griega de Cnido. Fueron asimismo efigies defensivas de ciudades y templos. En época cristiana, el león también simboliza al evangelista San Marcos, aunque en ese caso se suele representar alado (véase como emblema de Venecia).
El término “Grand Tour”, que aparece por primera vez en la obra “El Voyage d’Italie” de Richard Lassels, fue el empleado para definir el largo viaje por Europa, especialmente por Italia, que realizaron habitualmente los jóvenes aristócratas británicos a partir del siglo XVII, pero sobre todo a lo largo del XVIII y XIX. El viaje tenía como objeto que los jóvenes conocieran el arte y la cultura principalmente de Francia y de Italia, admiraran de primera mano el arte clásico, aprendieran o mejoraran el conocimiento de idiomas y establecieran contactos y relaciones con las élites culturales y políticas de estos países. Los viajeros solían buscar piezas con las que iniciar sus propias colecciones artísticas, objetos para llevar de recuerdo a sus lugares de residencia. Por este motivo surgieron talleres especializados en la réplica de piezas romanas, tanto en bronce como en mármol, algunos de los cuales adquirieron gran reputación.