Querubín alado Napoleón III. Francia, tercer cuarto del siglo XIX.
Bronce pavonado.
Medidas: 27 x 18 x 11,5 cm.
Escultura de bronce pavonado que representa a un querubín de gráciles gestos. El “putto” es un elemento tomado de la iconografía romana, que en el periodo barroco llegó a considerarse la representación de la omnipresencia de Dios. En la Antigüedad se les relacionaba con los genios romanos y los daemon griegos, y eran frecuentes en las representaciones artísticas relacionadas con Dionisos. A partir del Renacimiento se retomará este sentido báquico del “putto”, pero prevalecerá una interpretación cristiana. Así, los artistas los representarán como ángeles músicos en las escenas de temática religiosa, y como acompañantes de los dioses clásicos en las de tema mitológico. No obstante, pese a sus significados simbólicos los “putti” son ante todo utilizados como elementos decorativos, relacionados con la paz, la prosperidad, la alegría y el ocio.