Después de GIAMBOLOGNA (Flandes, 1529 – Florencia, 1608), c. 1900.
“El rapto de las sabinas”.
Bronce patinado, mármol negro belga y mármol verde antico.
Firmada.
Medidas: 45 x 16 x 13 cm.
Escultura de bronce del siglo XX inspirada en "El rapto de las sabinas" de Giambologna. El grupo escultórico está compuesto por dos figuras masculinas y una femenina, en lo alto, siguiendo una acusada línea “serpentinata”, habitual en ciertas obras del Renacimiento italiano. Muestra el episodio de la mitología clásica en el que las sabinas son raptadas por los fundadores de la ciudad de Roma durante un banquete organizado por Rómulo; más tarde, el legendario rey sabino Tito Tacio declaró la guerra a Roma, pero las mismas mujeres, ya casadas y con hijos, se interpusieron para evitar la masacre, desistiendo todos de luchas y logrando la paz y la asociación entre los dos pueblos. Es una escultura sumamente expresiva: las carnes se ablandan con naturalismo por la presión de los dedos crispados, la morbidez contrasta con los músculos marcados y los gestos imprimen dinamismo compositivo, condensando el drama en un sólo movimiento.