"Arlequín", principios del siglo XX.
Escultura en madera policromada y alabastro.
Medidas: 140 x 58 x 55 cm.
Escultura de arlequín, de considerable tamaño. El cuerpo de madera ha sido tallado con suma atención en los detalles y notable virtuosismo. Enfundado en su traje a rombos, el personaje inclina ligeramente su torso haciendo una reverencia. Posa una mano de alabastro sobre la espada y con la otra sostiene el bicornio. Su cabeza también ha sido tallada en alabastro. El popular personaje de la Commedia dell'arte, conocido por su carácter pícaro, se muestra aquí risueño y expresivo. El gesto cortés y teatral resalta el carácter performativo del personaje. El icónico traje de rombos es la marca más reconocible del arlequín. Este patrón representa su naturaleza versátil, astuta y cambiante, ya que el arlequín es un personaje que siempre se adapta a las situaciones. La espada o bastón ("batocio") es otro elemento típico del arlequín. Originalmente, esta arma simbólica era utilizada de forma cómica en las escenas de lucha o para dar golpes exagerados. La presencia del bicornio en lugar del gorro tradicional con campanillas indica asimismo la versatilidad y adaptación del arlequín a las distintas épocas, que incluso en el siglo XX fue reivindicado por numerosos artistas.