Escuela gótica francesa o española; siglo XIV.
“Cristo crucificado”.
Madera tallada.
Conserva restos de policromía.
Presenta faltas en la talla y la policromía, importantes pérdidas y daños provocados por xilófagos.
Medidas: 95 x 23 x 17 cm; 117 cm (altura con peana).
Esta expresiva talla nos ofrece la figura doliente de Cristo en la cruz. El artista ha representado a Jesús desnudo, vestido únicamente con el “perizonium” o paño de pureza que cubre sus caderas, y demuestra un notable interés por el trabajo de la anatomía, representando con considerable detalle, aunque con cierta geometrización, los músculos y articulaciones del personaje. Se trata de un Cristo, por otra parte, que estuvo clavado a la cruz, no conservada, por tres clavos. Dos de ellos perdidos. El tercer clavo atravesaba ambos pies, que aún hoy podemos ver superpuestos. De este modo el artista de época gótica supera la quietud, la ortogonalidad, propia de la talla románica, donde cada pie iba clavado con un clavo, y consigue imprimir movimiento, dinamismo, a la figura, pues al superponer los pies se genera también toda una serie de curvas y torsiones desde las caderas.
El estilo naturalista y expresivo de la talla permite contextualizar la pieza en el siglo XIV, un momento en el que las influencias del último gótico internacional y el nuevo realismo flamenco penetran con fuerza en el territorio hispano, encaminando al arte hacia una nueva estética donde la expresión y el naturalismo, la imitación de la realidad física, son cada vez valores más importantes.