Escuela francesa; siglo XIX.
“San Jorge”.
Terracota.
Presenta faltas.
Medidas: 42 x 45 x 20 cm.
Escultura modelada en terracota en la que se representa a San Jorge sobre su caballo matando al demonio. El animal fabuloso queda acorralado en la zona inferior entre las patas del caballo y la inquisitiva lanza del santo. La obra se aleja de la tradicional representación de san Jorge como caballero medieval y trasciende hacia un lenguaje vanguardista con el protagonista desnudo sin ningún ornamento más que su escudo y la lanza, fundiéndose con su caballo. Una fusión que queda patente tanto en la composición que una de manera indivisible a todos los personajes de este grupo escultórico, como en la técnica que deja patente la factura táctil del artista.
Jorge es un santo fabuloso a quien se considera oriundo de Capadocia a causa de una confusión con otro Jorge, obispo arriano de Alejandría. Su leyenda, que fue rechazada por el concilio del siglo V como apócrifa, lo hace oficial de una legión romana, que atravesó una ciudad aterrorizada por un dragón que devoraba hombres y animales. Para calmar el hambre del monstruo, los campesinos le entregaban dos ovejas diarias. Cuando se acabó el ganado, le entregaban dos jóvenes elegidas por sorteo. Un día la suerte recayó en la hija del rey. Cuando la joven estaba a punto de ser devorada apareció san Jorge y atravesó al dragón con su lanza. Según la Leyenda Dorada, sólo lo habría herido. Jorge le pidió a la princesa que anudara su cinturón alrededor del cuello del dragón, que la siguió a todas partes como un perrito llevado por la correa. El santo distribuyó entre los pobres el dinero que le dio el rey como recompensa. Después de su victoria sobre el dragón, llegará su muerte.