Escuela española del siglo XX.
"Santa Ana enseñando a la Virgen a leer".
Alma de madera, pelo de madera, plata repujada, marfilina, símil de carey.
Presenta faltas.
Precisa restauración.
Medidas: 40 x 45 x 26 cm.
La escena que mostramos fue frecuente en el arte cristiano, desde la Edad Media y el Renacimiento, simbolizando la transmisión de conocimiento y de la fe de madre a hija. En este grupo escultórico, con las figuras y la peana revestidas de plata repujada, Santa Ana está sentada en una silla de madera y sostiene una filacteria ante la Virgen, que es todavía una niña. Los cabellos sueltos de María han sido tallados en madera. Los rostros de marfilina son sumamente expresivos y contrastados: entre las facciones angulosas y surcadas de arrugas de Ana frente a los rasgos redondeados y tersos de la joven. Con ello, denotan la imagen de la experiencia frente a la inocencia. Los repujados emulan los bordados florales de las túnicas, así como los drapeados naturalistas del velo que enmarca el rostro maduro y el vestido mariano. Los pies, también de marfilina, calzan finas sandalias en el caso de la madre, mientras que los de María están descalzos. Revistiendo la peana, el repujado emula un bello ajedrezado.