Pareja de esculturas Napoleón III, segunda mitad del siglo XIX.
Bronce patinado y bronce dorado.
Medidas: 27 cm.
Pareja de esculturas de bronce que datan de la época de Napoleón III. Cada una representa a un joven querubín, figura mitológica asociada a la infancia y la pureza, sosteniendo sobre su cabeza un vaso de proporciones considerables. Los cuerpos de los querubines, desnudos y musculosos, contrastan con la delicadeza de sus rostros infantiles. Las figuras se encuentran sobre pedestales de color blanco.
Los vasos, de forma clásica y elegante, presentan una rica decoración de motivos geométricos y florales. El bronce ha sido patinado para lograr un color dorado que contrasta con el tono más oscuro de las figuras. La pose de los querubines es dinámica y equilibrada, transmitiendo una sensación de esfuerzo y concentración.
Estas esculturas son un excelente ejemplo del estilo Napoleón III, caracterizado por su eclecticismo y su gusto por lo ornamental. La combinación de materiales, la riqueza de los detalles y la elección de un tema mitológico son elementos propios de este estilo. Las esculturas representan una idealización de la juventud y la belleza, valores muy apreciados en la sociedad de la época. Los querubines, como símbolos de pureza e inocencia, eran una representación muy popular durante el reinado de Napoleón III. Además, su asociación con el mundo divino les confería un aura de misterio y espiritualidad.