VENANCIO VALLMITJANA BARBANY (Barcelona, 1826/28 – 1919).
"Retrato de Evaristo Arnús”.
Terracota patinada.
Firmada en la parte inferior derecha y con incrustaciones.
Medidas: 40,5 x 44 x 23 cm.
En esta ocasión Venancio Vallmitjana inmortaliza al banquero y financiero Evaristo Arnús de una manera diplomática pero desenfadada. El protagonista reposa en una postura relajada con sus monóculos en su mano derecha, sobre una silla con flecos en la cintura. Junto a él el escultor representa a su perro, un can de elegante porte que le muestra fidelidad.
Hermano del también escultor Agapito Vallmitjana, inicia junto a él su formación en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja de Barcelona, donde fueron discípulos de Damià Campeny. Venancio obtuvo el premio de la escuela en 1844. Entre 1853 y 1854 realizará, junto a su hermano, las estatuas de los Evangelistas para el altar de la iglesia de San Justo de Barcelona, el que sería su primer encargo de importancia. En 1856 Venancio es nombrado profesor de la Escuela de La Lonja, y dos años después se le encarga la realización de las figuras alegóricas de la fachada del Banco de Barcelona, trabajo que hasta entonces, por razones de prestigio, se dejaba en manos de escultores italianos. Destaca especialmente su labor docente, ya que fue maestro de destacados escultores como Pablo Gargallo. La reina Isabel II visita el taller de los hermanos en 1861, y les encarga un retrato suyo y un San Jorge. Venancio concurrió en solitario a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1864, y junto a su hermano a las ediciones de 1867 y 1876. En 1890 vuelve a participar en solitario y obtiene una primera medalla. Ambos viajaron a Manchester en 1872 para retratar a lord Stanley y a su esposa, y Venancio más tarde viaja solo a París, donde su obra despertó el interés del público francés. Los hermanos Vallmitjana destacaron entre los mejores representantes de la escultura catalana de su tiempo, y su obra se caracterizó por reminiscencias románticas y un acusado detallismo realista. También destacaron por el gran naturalismo de sus trabajos. Agapito se decantó por un patetismo contenido, mientras que Venancio, sin duda más brillante, se caracteriza por una mayor espectacularidad y un gusto por el anecdotismo. Venancio fue el único de los dos que trabajó la cerámica vidriada aplicada a la escultura. Venancio Vallmitjana está representado en el Museo Lázaro Galdiano, el del Ejército en Madrid, la Casa Museo Gaudí, además de contar con obras públicas en Barcelona, Madrid y Valencia.