MOISÉS VILLÈLIA (Barcelona, 1928 – 1994).
"Roca del Ter", 1978.
Escultura en piedra, cordel y madera.
Incluye boceto de la escultura firmado y fechado por el artista.
Medidas: 43 x 27 x 14 cm.
Esta obra pertenece a un perido en el que Villèlia se instaló en el pueblo de Molló, en Girona, donde lelbó a cabo esculturas de inpiración dadá y surrealistas, como la que mostramos, en las que empleaba la madera de sauce y ensamblajes de objetos, que dotan a sus obras de este periodo de un cierto sentido humorístico.
Moisés Sanmarón Puig, de nombre artístico Villèlia, fue un escultor ligado al movimiento abstracto, que se identificó inicialmente con las inquietudes artísticas del grupo Dau al Set. Aprendió la talla de la madera en el taller de su padre, artesano de renombre, y durante su infancia recibió una formación racionalista, interrumpida por el estallido de la Guerra Civil. Tras la contienda, su familia se trasladó de Barcelona a Mataró. En 1945 nace el interés de Villèlia por la poesía, al realizar sus primeras obras, tallas figurativas en madera, con perfiles expresivamente alargados y dinámicos. Expuso su obra por primera vez en 1949, en el Museo de Mataró. Cuatro años más tarde, tras realizar junto a su padre la ebanistería de la capilla de Santa Ana de la ciudad, decidió dedicarse plenamente a la escultura. En estos años realiza sus primeras piezas no figurativas, que adoptan formas tubulares, con canales y perforaciones longitudinales. Entró en contacto con el mundo artístico barcelonés, en especial con el poeta Rabasseda y con el crítico Alexandre Cirici, y en 1954 realizó su primera muestra individual, de nuevo en el Museo de Mataró. Presentó una selección de sus primeras obras, relieves que aunaban las influencias del modernismo y de las filosofías orientales, que desde sus lecturas de adolescencia fueron una constante en su vida. En 1963 ideó los montajes, piezas combinables al gusto del comprador, y se despertó su creciente interés por las redes. Becado por el Instituto Francés de Barcelona, se trasladó a París en 1967. En la capital francesa trabajó con papel taladrado como material principal de sus obras. Dos años después marcharía a Argentina, donde residía su hermano, también escultor, y finalmente se instala en Quito, donde permaneció hasta 1972. Falleció en 1994, y en 1999 el IVAM de Valencia le dedicó una amplia exposición retrospectiva. Está actualmente representado en el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en el de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid.