JOSEP MARIA RIERA I ARAGÓ (Barcelona, 1954).
Sin titulo. ca. 1980's.
Hierro con pátina.
Obra publicada.
Medidas: 29 x 33 x 12 cm.
Desde que en los años ochenta, Riera i Aragó encontró un camino propio, éste se bifurcó por dos espacios, el fondo marino y el cosmos, a los que imaginó respectivamente surcados de precarios submarinos y zepelines. La pieza que aquí mostramos se integra en el "maquinismo poético" que ha ido conformando un enorme universo personal. A menudo, como en esta ocasión, son objetos cuya estética está emparentada con la del pecio sumergido, revestido de una pátina antigua que nos habla de un pasado olvidado, o quizás de un futuro poco aciago.
Pintor y escultor, Josep Riera i Aragó se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Barcelona. Debuta individualmente en 1981, en la galería Artema de Barcelona. Dos años después participa en el Salón de Otoño de dicha ciudad, y desde entonces ha mostrado su obra por todo el mundo, en destacadas galerías de España, México, Holanda, Israel, Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Suiza, Colombia y Estados Unidos. Destacan especialmente las exposiciones individuales que ha celebrado en el Museo de Ceret (Francia, 1989), la Biblioteca Nacional de París (1993), el Museo de Arte Moderno de Oostende (Bélgica, 1997), la galería Joan Prats de Nueva York (1998), la Tassende Gallery de Los Ángeles (2003) y en el Museo de Aalst en Bélgica (2006), entre otras. Desde 1983, Riera i Aragó desarrolla su discurso plástico en torno al maquinismo, con un lenguaje simbólico marcado por el interés por los medios de transporte aéreo y marítimo, que contempla descontextualizados, separados de su función original. Paralelamente, su lenguaje plástico se ha ido enriqueciendo por medio de la profundización en el diálogo línea/plano y vacío/lleno. Nunca repetitivas, cada “máquina” que crea evoca, sin patetismo ni condescendencia, una visión clara y comprensiva de la humanidad. Su obra presenta una fecunda iconografía cargada de significado que, dotada de una clara ironía, habla de la absurda temeridad de las creaciones del hombre y de la justicia poética que resulta cuando dichas creaciones se vuelven en su contra. Su obra puede encontrarse en el MACBA de Barcelona, las fundaciones Joan Miró, La Caixa y Vicent Van Gogh, el Museo de Arte Moderno de Luxemburgo, el Rufino Tamayo de México, el de Ceret y Reattu de Arlés en Francia, el Otani en Japón y el de Heilbronn en Alemania, entre muchos otros.