Pareja de torcheros barroco; Nápoles; siglo XVIII.
Madera tallada y dorada.
Presentan faltas y restauraciones.
Medidas: 113 x 54 x 50 cm (x2)
Esta pareja de torcheros napolitanos del siglo XVIII, tallados y dorados a mano, representa una de las formas más refinadas del arte decorativo barroco en el sur de Italia. Cada torchero está compuesto por una figura angelical, representada con gracia y dinamismo, que posa de pie sobre un cisne majestuoso. Los ángeles, de expresiones serenas y suaves, sostienen en sus manos un mechero elevado, diseñado para colocar una vela o una lámpara, permitiendo así iluminar el espacio con un aire de solemnidad y elegancia.
La talla de la madera es minuciosa y detallada; las alas de los ángeles están esculpidas con delicadeza. El acabado dorado otorga un resplandor cálido y luminoso cuando reflejan la luz. Los cisnes, animales tradicionalmente asociados con la pureza y la belleza, están tallados con gran realismo, destacando la elegancia de sus plumas y la curvatura de sus cuellos en una pose armoniosa. La superficie dorada de estas figuras resalta los contornos y detalles de la talla, dotándolas de una opulencia característica del barroco napolitano.
En el arte napolitano del siglo XVIII, los torcheros desempeñaban un papel esencial en la decoración de iglesias, palacios y residencias aristocráticas. Estos candelabros monumentales no solo tenían una función práctica de iluminación, sino que también servían como símbolos de estatus y devoción. Los temas angélicos eran comunes en el mobiliario y en los accesorios litúrgicos de la época, ya que evocaban una conexión entre lo terrenal y lo divino, reforzando la espiritualidad del entorno.
Los torcheros napolitanos, con sus formas exuberantes y su dorado intenso, son una muestra destacada de la habilidad de los artesanos de la región, quienes combinaban materiales nobles con técnicas de talla y dorado en un estilo dramático y expresivo. Estas piezas no solo proporcionaban luz, sino que también transformaban el espacio, creando una atmósfera de magnificencia y sacralidad que era profundamente valorada en el contexto barroco. La riqueza ornamental y la maestría en la talla de estos torcheros convierten a esta pareja en ejemplos excepcionales del esplendor del arte decorativo napolitano del siglo XVIII.