LORENZO QUINN (Roma, 1966).
“Ensoñaciones”.
Chapado en bronce.
Ejemplar 191-999 CE.
Firmada y numerada.
Adjunta certificado de autenticidad.
Medidas: 41 x 29 x 21 cm.
"El hombre representado en esta escultura siente la necesidad de protegerse de las presiones de las arrolladoras garras del mundo. La roca en la que descansa representa la dureza de la vida, haciendo de amortiguador de nuestras responsabilidades y conciencia hacia el mundo exterior. La sábana crea una única existencia, dejando al hombre tiempo para contemplar la senda por recorrer. La cabeza, la mano y el pie que sobresalen simbolizan el irrefutable hecho de que, por mucho que trate de escapar de la realidad, al fin será atrapado en ella", explica el propio Quinn acerca de esta escultura.
La obra de Lorenzo Quinn refleja la búsqueda de un mundo unido, lleno de emociones y de valores a menudo olvidados. El propio artista explica: “A menudo me preguntan de dónde obtengo mi inspiración y cuánto tardo en hacer una escultura. Mi respuesta suele ser que mi inspiración procede de la vida diaria, de algo que leo, de las conversaciones con la gente, de las diferentes etapas de la vida familiar. Esencialmente, de cualquier cosa capaz de emocionarme. En cuanto al tiempo, tanto si he tardado mucho como poco en crear una escultura, mi respuesta es siempre la misma: tanto como mi propia vida. Esto significa que una escultura es parte de mí mismo y de mi forma de pensar, que está fundamentada en mis experiencias pasadas. A veces, se lo que quiero decir, pero puedo tardar años en encontrar la forma de expresarlo al mundo”.
Hijo del actor Anthony Quinn, este escultor se crió a caballo entre los Estados Unidos e Italia, siendo en este último país donde aprendió a apreciar el arte. Con sólo veintiún años se ganó el respeto de la sociedad artística de Nueva York creando una obra para las Naciones Unidas, trabajo que le dio el impulso para protagonizar la clamada campaña publicitaria de Absolut Vodka, para la cual se selecciona a los artistas más consagrados del mundo. Poco después recibió un importante encargo del Vaticano, que con motivo del VIII Centenario de la Muerte de San Antonio le comisionó para que realizase una escultura del santo. Quinn ha celebrado exposiciones en los cinco continentes, y su obra está presente en las principales ferias de arte de todo el mundo. Ha realizado importantes encargos para Instituciones y empresas: Euroforum Escorial; Ilustre Colegio Oficias de Médicos de Madrid, Trofeo de Mallorca Open ATP Tennis Tour, Cervezas San Miguel, entre otras. Su proyecto actual "El Globo de la Vida" es, verdaderamente, un sueño hecho realidad y su obra más importante hasta la fecha. Ha creado asimismo varias obras públicas, en ciudades como Londres, Birmingham y Sant Climent de Llobregat (Barcelona.) En noviembre de 2005 se inauguraron dos monumentos de su mano en el complejo deportivo que acogió los juegos olímpicos asiáticos del 2006 en Doha (Qatar).