León; Norte de Italia, época románica, siglos XI-XIII.
Mármol de Nembro.
Presenta faltas y pérdidas en la talla.
Medidas: 55 x 103 x 36 cm.
Escultura en la que el artista ha tallado la figura de un león en mármol. La pieza presenta un acabado redondeado de gran estilización e idealismo. Lo más seguro, por la posición que presenta, es que se tratase de una pieza concebida para ser adosada a un complejo arquitectónico, probablemente flanqueando la entrada de una puerta, o rematando los laterales de un tímpano. Concebido estéticamente desde el simbolismo, el autor ha creado un felino agazapado que parte de una gran estilización en las formas y cierto hieratismo debido a la tendencia a la geométrica que se observa especialmente en las patas del animal. El cuerpo y los rasgos del animar también muestran esa sencillez que excede en el tratamiento de la cabellera. Esta iconografía proviene de la época helenista, y se popularizó en la Europa medieval, concebida como una representación del poder de la muerte, e influida por el papel funerario de la figura del león en la religión cristiana. Se trata de una metáfora en la cual los leones representan el peligro, pero también el poder, y la protección. Uno de los aspectos más relevantes en la concepción de esta escultura, es la vinculación de la figura del león, con la ciudad de Venecia. Dicho felino alude directamente al patrón evangelista de la ciudad, San Marcos. Este santo es asociado con el león porque su Evangelio comienza hablando del desierto, y precisamente este animal era considerado el rey del desierto. Además, en este principio de su relato, Marcos, habla del río Jordán, en torno al cual vivían distintas fieras, el león entre ellas. También se dice que Marcos es el león porque su Evangelio se inicia hablando de Juan el bautista como “Voz que clama en el desierto”, voz que sería como la del león.
Durante esta época Italia se convirtió en símbolo del poder y prestigio, dando lugar a un estilo de vida donde se desarrollaron conceptos como el de lujo y magnificencia, que escenificaban en sus fiestas públicas. El dinero que generaba el comercio desde oriente hasta Europa pasando por los canales de su ciudad, les llevo a ser la primera potencia comercial de su época y uno de los referentes en cuanto a sofisticación y modernidad, atrayendo así a grandes artistas.