Pareja de morillos. Francia o Bélgica, ca. 1930.
Hierro con decoración de vid.
Medidas: 28 x 42 x 22 cm.
Durante el Renacimiento, estos objetos evolucionaron a medida que tomaba importancia la chimenea dentro de los hogares, dominando, en muchas ocasiones, habitaciones principales. Por ello, la producción de estos accesorios se confió a artistas que trabajaban el bronce para que forjasen vistosos motivos ornamentales entre los que prevalecieron esferas, cuellos de grullas, campanitas, etcétera.
Con la llegada del siglo XIX, los morillos gemelos conservaron su primitiva función de apoyo para la leña, hasta que se transformaron en un elemento ornamental.