JUSTIN-CHRYSOSTÔME SANSON (1833 - 1910).
“Bailarín de Saltarello”, ca. 1880.
Escultura en bronce patinado.
Firmada, localizada y con sello de fundición en la base: LEDENTU FRERES, PARÍS.
Medidas: 56 x 25,5 x 20 cm.
Sanson participó, entre 1868 y 1883, en la decoración de importantes monumentos parisinos, como el Palacio de las Tullerías, el Palacio del Louvre o la Ópera Garnier. En 1852 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de París, donde se formó bajo la tutela de François Jouffroy. Su gran destreza le llevó a ganar en 1861 el Gran Premio de Roma gracias a su bajorrelieve Ulysse devolviendo a Criséis a su padre. Gracias a este logro, disfrutó de cinco años como pensionista en la Villa Médicis, donde perfeccionó su técnica, inspirado por las obras de la Antigüedad.
Una de sus esculturas más valoradas es la Pietà, localizada en la iglesia Saint-Jean-Baptiste de Nemours, la cual le valió una medalla en el Salón de 1869, en su versión de bronce, mientras que la versión en mármol fue galardonada en la Exposición Universal de París de 1878. En reconocimiento a su carrera, Sanson fue nombrado Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor el 26 de julio de 1876.
La obra que nos ocupa hubo de ser concebida por el escultor durante su estancia en Roma, representando a un joven inmerso en la danza del “saltarello”, de procedencia italiana y de gran éxito durante la Edad Media. Destaca por el escorzo del joven, manierista en esencia, que recuerda a las obras del Cinquecento italiano que Sanson hubo de ver durante su estancia en Villa Médicis. Una copia de esta obra se cuenta en el Palacio de Fontainebleau.