ABEL FERNÁNDEZ DIAZ (Tenerife).
Sin título, 1975.
Bronce dorado.
Ejemplar 17/75.
Firmada con iniciales, fechada y numerada.
Peana de madera.
Medidas: 20 x 3 x 5 cm. + 7 x 5 x 6 cm. peana.
Escultor canario. Empezó a exponer en los años setenta. Escribe el crítico Sabas Martí de su obra: "Abel Hernández logra una sabia y sugestiva transformación de la realidad representada a través de una esencialización de las formas y los volúmenes. Esa esencialización es en Abel Hernández la conquista de una dimensión aérea, alada, flotante para sus piezas escultóricas. Es una sugestiva propuesta para esa paradoja contradictoria de concebir la volátil ligereza a partir de la sólida gravidez de materiales como el bronce o el zinc que aquí, trascendiéndose a sí mismos, aparecen encarnados en otro sutil destino designado por lo etéreo y que se cuaja y reverbera en un lenguaje de pulimientos, brillos y oxidaciones. Hernández forja así una nueva dimensión para los seres y objetos que pueblan nuestro entorno, haciéndolos aparecer envueltos en un hálito de figuraciones simbólicas, con resonancias mágicas y enigmáticas que, sin embargo, muchas veces no acaban de perder del todo sus carácter realista, como si se resistiesen a abandonar su memoria de las líneas, planos, perfiles y contornos aprendidos durante la edad del tiempo".