y volver al lote.
02 Oct 2024 14:03
Escuela granadina; c. 1700.
“Cristo portando la cruz”.
Terracota policromada.
Medidas: 54 x 17 x 26 cm.
En esta obra el autor plasma uno de los momentos más dramáticos del Vía Crucis, el instante en el cual Cristo aguanta el peso de la cruz. En este episodio es corriente ver representados a Simón el Cireneo ayudando a Jesús a cargar con la cruz, o a Verónica ofreciéndole un paño para limpiar su rostro de sangre y sudor. Sin embargo, el autor de esta escultura prescinde de estos personajes y no busca más sentido teológico que el del propio sufrimiento y sacrificio voluntario de Cristo en favor de la humanidad. De hecho, esta suprema generosidad queda reforzada por la propia mirada de Jesús, que evita la nuestra, dirigiéndose hacia abajo.
Estilísticamente, resulta clara la fuerte influencia en la presente obra de modelos del Barroco del siglo XVII de escuela granadina, y no sólo en la iconografía, sino también en el modelo escogido como influencia para la misma, en la decoración de los ropajes, en los rasgos del rostro, etc. En concreto con la obra de Torcuato Ignacio Ruiz del Peral (Granada, 1708-1773)m en concreto con los Nazarenos atribuidos al artista que se encuentra en la Iglesia de Castril y en la excolegiata de Huéscar (Granada). Nacido en el pueblo de Guadix, aunque en el año 1722 se trasladó a Granada al taller de Diego Mora que se encontraba en el Albaicín. La estética de ese momento seguía los modelos artísticos del barroco, de hecho, la creación de la Academia de Nobles Artes en 1777, consolido esta corriente artística. La escuela granadina del siglo XVII, basada en la renacentista anterior, contó con grandes figuras como Pablo de Rojas, Juan Martínez Montañés (que se formó en la ciudad con el anterior), Alonso de Mena, Alonso Cano, Pedro de Mena, Bernardo de Mora, Pedro Roldán, Torcuato Ruiz del Peral, etc. En general, la escuela no descuida la belleza de las imágenes y también sigue el naturalismo, como es habitual en la época, pero siempre destacaría más lo intimista y el recogimiento en unas imágenes delicadas que serían algo similares al resto de escuelas andaluzas en otra serie de detalles pero que no suelen contar con la monumentalidad de las sevillanas.