JOSÉ DE CÁRDENAS (Sevilla, finales del siglo XVII –1730).
“Pastores”.
Barro policromado.
Presentan faltas y pérdidas.
Una de ella posee firma.
Medidas: 18 x 22 x 13 cm; 15 x 24 x 11 cm.
Conjunto de esculturas realizadas en barro cocido que representan a dos hombres recostados. En ambos casos los rostros reflejan un enorme naturalismo de herencia barroca, y sus expresiones relacionan a unos personajes con otros dando a entender que en origen formaban parte de un conjunto mayor, seguramente un pesebre. Una de las tradiciones navideñas más consolidas, y que se ha mantenido inalterada durante siglos. El siglo XVII, fue el periodo en el que se realizaron estas esculturas, llegándose a convertir en el Siglo de Oro del pesebre. Las figuras se multiplicaron, aumentando la narratividad de la representación y añadiendo todo tipo de elementos profanos, con representaciones de personajes nobles además de los pastores, taberneros, tenderos, etc. Ejemplo de ellos son estas dos esculturas en la que se puede apreciar como uno de ellos sostiene un instrumento, mientras el otro adopta una postura de gran expresividad y originalidad.
La calidad de las figuras sumada al sello de artista de artista que se encuentra en una de las esculturas indica que se trata de obras realizadas por José de Cárdenas, quien poseía experiencia en la creación de belenes o nacimientos. Ejemplo de ello es el conjunto atribuido a la Roldana que se encuentra en el Museo de Escultura de Valladolid, donde se conoce que Cárdenas participó modelando el caballo en 1727. José Cárdenas fue discípulo de Pedro Roldán en Sevilla, a quien procuró imitar en pequeño formato y usando el barro como material principal. Fue reconocido como ya se ha mencionado por sus figuras para nacimientos, de las que se conservan algunas en sevilla. Siguiendo las palabras del historiador Cean Bérmudez. “Falleció muy pobre en ella por los años de 1730, con la manía de ser caballero, que hacía constar a todo el mundo con la ejecutoria que traía siempre consigo”. Pedro Roldán quien se había formado junto a Alonso de Mena se estableció en Sevilla en torno a 1640, alcanzando allí gran éxito y la fama. La riqueza cultural de Sevilla supuso una mayor demanda de encargos. Lo que provocó la creación de un taller en el que trabajaban y se formaban gran número de artistas entre los que se encontraba Cárdenas. La escultura de Roldán muestra un interés por la talla realista y su influeyente estilo se caracterizó por la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico, alejándose de la estética de los maestros de la primera mitad de siglo como Montañés, Cano, Mesa y Ribas.