Cerrar ventana
y volver al lote.
y volver al lote.
acaba el
28 Oct 2024 00:00
28 Oct 2024 00:00
28 Oct 2024 00:00 UTC+0200 para que finalice
Escuela holandesa, siglo XVI.
“Santa Margarita”.
En madera de roble policromada.
Presenta la pérdida de las manos.
Medidas: 40 x 17 x 11.5 cm.
Santa Margarita de Antioquía (nacería en Pisidia, Antioquía, ¿ - 304) fue una mártir cristiana que forma parte de los Santos Auxiliadores. Fallecida en la persecución de Diocleciano. Se convirtió al cristianismo joven, renegando de ella su padre, por lo que tuvo que trabajar de pastora. Rechazó los afectos del prefecto, negándose también a convertirse al paganismo, lo que le valió pena de cárcel. Encerrada, expulsó de su garganta un demonio (o se le apareció un demonio con forma de dragón que la devoró, saliendo de su cuerpo rasgando la piel con un crucifijo), y se la sometió después a torturas, a las que sobrevive. Fallece, al final, decapitada. Modelo de las vírgenes consagradas, está considerada como ayuda en casos de parto, y se la suele mostrar con ese dragón, atado o a sus pies o rasgándolo con el crucifijo, o guardando su rebaño con una cruz y un rosario.
“Santa Margarita”.
En madera de roble policromada.
Presenta la pérdida de las manos.
Medidas: 40 x 17 x 11.5 cm.
Santa Margarita de Antioquía (nacería en Pisidia, Antioquía, ¿ - 304) fue una mártir cristiana que forma parte de los Santos Auxiliadores. Fallecida en la persecución de Diocleciano. Se convirtió al cristianismo joven, renegando de ella su padre, por lo que tuvo que trabajar de pastora. Rechazó los afectos del prefecto, negándose también a convertirse al paganismo, lo que le valió pena de cárcel. Encerrada, expulsó de su garganta un demonio (o se le apareció un demonio con forma de dragón que la devoró, saliendo de su cuerpo rasgando la piel con un crucifijo), y se la sometió después a torturas, a las que sobrevive. Fallece, al final, decapitada. Modelo de las vírgenes consagradas, está considerada como ayuda en casos de parto, y se la suele mostrar con ese dragón, atado o a sus pies o rasgándolo con el crucifijo, o guardando su rebaño con una cruz y un rosario.