MARIO BOTTA (Suiza, 1943).
"Sketch for Bechtler Museum Charlotte", 2009.
Lápiz sobre papel.
Firmado y fechado.
Medidas: 18 x 25 cm.; 27 x 33 cm.(marco).
Arquitecto y diseñador, Mario Botta diseñó su primera casa a los dieciséis años, aunque se desconoce si fue construida. Estudió en el Liceo Artístico de Milán y en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia, donde tuvo como principal maestro a Carlo Scarpa. Sus ideas reciben las influencias de Le Corbusier y Louis Kahn, con quienes tuvo ocasión de trabajar durante su estancia en Venecia. En 1970 abrió su propia oficina en Lugano. El estilo de Botta es fuerte y geométrico, de plantas simétricas ahuecadas para permitir el paso. Sus edificios combinan muros pesados de hormigón o ladrillo con estructuras livianas de acero y vidrio. Sus obras están repartidas por Suiza, aunque también es autor del Museo de Arte Moderno de San Francisco (1995). Desde 1996 ejerce la docencia en la Academia de Arquitectura en Mendrisio de la Universidad de Suiza Italiana. Según Botta una lámpara debe crear una atmósfera; debe producir luz y por tanto proyectar sombras, porque la luz se genera a través del contraste. Pero aparte de la atmósfera, una lámpara es también un objeto común, que debe tener un significado aparte de la simple condición de mueble. La lámpara tiene que ser bonita también apagada, mantener su encanto, y además tiene que hacernos compañía. Botta considera que debe ser un artefacto visible con una función, una imagen, y es por ello por lo que comenzó a diseñar lámparas que son en su concepto personas. “Shogun” es una persona, con cabeza, cuerpo y pies, además de un ombligo, y sus elementos dotan al espacio de una escala legible, tal y como hace una persona. Realizada en tres modelos: de pie, de mesa y de pared, expresa su propia idea de la luz en la forma de las sombras proyectadas en las paredes. Dos pantallas metálicas, giratorias y ajustables, proporcionan una infinidad de formas diferentes de componer las sombras.