EMILIO GRAU SALA (Barcelona, 1911 – París, 1975).
Sin título, 1953.
Acuarela sobre cartón.
Adjunta felicitación del año nuevo de 1953, donde se reproduce la obra.
Firmado, fechado y localizado (París) en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 31 x 39 cm; 44 x 51,5 cm (marco).
Esta pintura fue utilizada como motivo principal de la felicitación del año nuevo del Restaurante Perellada. Protagonizada por una elegante mujer, Grau Sala despliega ante ella un profuso bodegón que destaca por su suntuosidad y abundancia, dispuesto sobre una mesa infinita que se expande hacia el espectador convirtiéndole en un comensal más y siendo invitado por el artista a formar parte de la obra de una manera activa. Tras la joven el fondo queda definido por una tonalidad negra que se interrumpe con la presencia de un gran árbol de navidad en el centro de la escena.
Hijo del dibujante Juan Grau Miró, Grau Sala combina su asistencia a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona con una formación esencialmente autodidacta. En 1930 realiza su primera exposición, en la galería Badriñas de la ciudad condal. Al inicio de la Guerra Civil, en 1936, se traslada a París, donde se instala en la colonia de artistas españoles de Montparnasse. Ese mismo año obtiene el primer premio Carnegie. En los veinticinco años que permaneció allí conoció de cerca las vanguardias, aunque se decantó siempre por una figuración colorista, derivada del impresionismo y el fauvismo. Era una vía ya asumida por el circuito comercial, superada en cuando a novedad por el cubismo y el surrealismo, pero que se mantenía viva dentro de un alto nivel gracias a maestros como Bonnard, Chagall y Dufy. De hecho, pronto se dio a conocer en París como sucesor del espíritu y los valores impresionistas, directamente relacionados con Bonnard y Vuillard. Esta opción estilística de Grau Sala condicionó la de su esposa, Ángeles Santos, quien abandonó su singular surrealismo por un paisaje más convencional, una decisión que los críticos no dudaron en lamentar. El éxito de su estilo llevó a Grau Sala a dedicarse también a la obra gráfica (grabados, litografías, ilustración de novelas, carteles…), así como a los decorados teatrales. Se conservan obras de Emilio Grau Sala en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente y el Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea.