BALDOMERO GILI ROIG (Lleida, 1873 – Barcelona, 1927).
“Paisaje”, 1896.
Lápiz sobre papel.
Firmado y fechado.
Medidas: 56 x 40 cm; 70 x 52 cm (marco).
Pintor, dibujante e ilustrador, Baldomero Gili Roig destacó fundamentalmente como paisajista, aunque también cultivó la pintura decorativa. Inició su formación artística en Irún (Guipúzcoa), para luego continuar en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y en la Especial de Pintura de Madrid, donde fue discípulo de Alejo Vera. Finalmente completó sus estudios en Múnich, y más tarde en Roma gracias a una beca de la Diputación de Lleida. En 1924 se trasladó a Buenos Aires, donde continuó su carrera con gran éxito, dedicado tanto a la pintura de caballete como a la ilustración. De regreso a España, se instaló definitivamente en Barcelona, donde fue varias veces presidente del Real Círculo Artístico. Colaboró con “L’Esquella de la Torratxa”, además de ilustrar un “Misal romano” y varias obras literarias. Remitió sus obras a numerosas exposiciones, y en las Nacionales obtuvo mención honorífica en 1895, 1897 y 1904, así como una segunda medalla en 1904. El mismo galardón le fue concedido en la Exposición de Atenas de 1903 y en la Internacional de Barcelona de 1911; cinco años más tarde obtuvo primera medalla en la Universal de Panamá. Como decorador destacan sus frescos en el panteón de la duquesa de Sevillano en Guadalajara. Está representado en el Museo del Prado, el Jaime Morera de Lleida y los de Bellas Artes de Valencia, Badajoz y La Rioja, entre otros.