RAFAEL ALBERTI (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1902 – 1999).
“Tres palomas”, 1950.
Técnica mixta sobre papel.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 21,5 x 15,5 cm; 73 x 36,5 cm (marco).
Rafael Alberti fue un escritor y poeta perteneciente a la Generación del 27, considerado uno de los mayores literatos de la llamada Edad de Plata de la literatura española. Recibió numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Poesía (1925), el Lenin de la Paz (1965), el Nacional de Teatro (1980), el Cervantes (1983) y el Roma de Literatura (1991). Renunció al otro gran galardón de las letras españolas, el Príncipe de Asturias, debido a sus fuertes convicciones republicanas. La primera vocación de Rafael Alberti fue la pintura, pero su auténtico descubrimiento de este arte se producirá en 1917, cuando se mudó a Madrid junto a su familia y visitó por primera vez el Museo del Prado. Dio entonces a conocer su obra plástica por primera vez en 1920, en el Salón de Otoño de Madrid, y dos años después expulsó en el ateneo de la misma ciudad. Su pintura se caracterizó cabe citar que no se trató de su camino definitivo ya que tras la muerte de su padre, empezó a escribir sus primeros versos. Como escritor, Alberti, disfrutó de un gran éxito desde el inicio de su carrera, sin embargo en un primer momento el existo estaba vinculado con el prestigio artístico ya que seguía dependiendo económicamente de su familia. Las nuevas revistas literarias aceptaban y querían publicar sus obras. También estaba empezando a hacer amigos dentro del círculo que hoy se conoce como la Generación del 27. Comenzó a escribir en un estilo que no solo era más exigente formalmente, sino que también le permitía ser más satírico y dramático. Desde entonces, su vida irá abriéndose a lo que será el centro de su inspiración, la poesía, sin llegar a abandonar del todo su vocación pictórica. Entre sus últimos trabajos se encuentra A la pintura ('On Painting') (1945). Que reflejan su actividad intelectual durante su exilio, ya que Alberti retomó la pintura y comenzó una serie de poemas para reunir su pensamiento sobre la pintura. Una materia a la que continuó dedicandose durante muchos años. Entre estos poemas dedicados a la pintura escribió una serie de sonetos sobre la retina, la mano, el lienzo, el pincel, etc .; una serie de poemas cortos en verso libre sobre colores; y finalmente una serie de poemas en homenaje a varios pintores como Tiziano, o El Greco entre otros.