XAVIER GOSÉ (Alcalá de Henares, 1876 – Lleida, 1915).
“Chula con mantilla”, ca. 1900.
Carboncillo y pastel sobre papel.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Una pieza de idénticas características, dimensiones y temática se encuentra en el Museu Morera de Lleida. La pieza esmentada (foto adjunta mantón rojo) está catalogada en el libro “Xavier Gosé El París de La Belle Époque”, Fundación Mapfre Vida - Septiembre 1999 - Pág 68 Nº18.
Medidas: 50 x 35,4 cm; 77 x 62 cm (marco).
Gosé fue un voyeur de las pasiones humanas y su obra constituye un archivo documental de la sociedad burguesa de principios del siglo XX. Francisco Javier Gosé fue dibujante y pintor esencial en el mundo gráfico y la moda en el tránsito de los siglos XIX al XX. Estudió en Barcelona, donde fue ayudante del dibujante José Luis Pellicer. Colaboró desde muy temprana edad en publicaciones barcelonesas, desde “La Esquella de la Torratxa”, “La saeta”, en las que queda patente su adscripción al modernismo, hasta “Mundial Magazine” y “Fémina”, donde ya se empieza a ver un trazo pre-cubista. Su primera exposición se celebra en Els Quatre Gats. Durante su etapa barcelonesa retrató al proletariado, si bien en el 1900 viajó a París, donde colaboró con “La vie Illustrée”, “Le frou-frou”, entre otras. Expone en las salas barcelonesas Parés y Dalmau, la galería Vilches (Madrid), la Georges Petit y la Ritlinger (ambas en París). Hasta este momento sus obras mostraban una mirada satírica y realista sobre los burgueses, esnobs y prostituidas, si bien esta mirada cambia en el año 1907, cuando inicia una etapa más estilizada, menos realista y menos irónica, sobre todo por su comienzo en el mundo de la moda, en el que Gosé buscaba marcar tendencia entre la sociedad femenina. Su etapa en Paris supuso el punto de inflexión en su vida y producción artística ya que la capital gala fue el lugar donde amplió sus conocimientos, convirtiéndose en un artista de éxito que conseguiría interesantes encargos como ilustrados en las mejores revistas satíricas. En 1910 empieza a colaborar con revistas alemanas como “Ulk”. En 1914 estalla la primera Guerra Mundial, circunstancia que, junto a los serios problemas de salud que padecía, le privó del elegante ambiente parisino, trasladándose a la ciudad de Vichy, famosa por sus balnearios. Al poco tiempo Gosé se instaló de nuevo en Barcelona, pasando los últimos días de su vida en Lleida. Entre las muestras póstumas destaca la del Círculo Artístico, el mismo año de su muerte, la retrospectiva en la galería Rovira (1970) y la de la Fundación La Caixa (1984). Está representado en los Museos de Arte Moderno de Barcelona y Madrid, entre otros. El estilo de Javier Gosé bascula entre el modernismo y el art-decó francés, reflejando la vida de la sociedad parisina. Inspirado en la vida mundana de los cafés-concert, las prostitutas, las carreras de caballos, los deportistas y en el conocido Montmartre, su estilo refleja la finura y la delicadeza de la sociedad francesa del momento, si bien no está exento de cierta picaresca característica del despreocupado París.