SOL LEWITT (Connecticut, 1928 – Nueva York, 2007).
“Tangeld bands”, 2002.
Guache sobre papel.
Presenta etiqueta informativa de la galería Juana de Aizpuru.
Enmarcada con cristal museo.
Firmada en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 75 x 57 cm; 98 x 81 cm (marco).
Durante la última etapa artística otras formas empezaron a ocupar un lugar más destacado en los dibujos y murales de LeWitt, que también empezaron a incorporar elementos del Optical, u Op, Art. Los diseños de sus dibujos murales se volvieron más libres y lúdicos a medida que LeWitt experimentaba con líneas curvas y manchas, como en las series Squiggly Brushstrokes y Wavy Lines. La línea y la fluidez de la misma se convirtieron en uno de los recursos recurrentes en la experimentación artística de la ultima etapa del artista. Esta obra es un claro reflejo de dicha afirmación, una imagen donde el color también posee un gran protagonismo ya que abandona las tonalidades vibrantes bajando la intensidad del rojo que parece fundirse con el color negro de las líneas negras. Esta simbiosis entre el elemento principal de la composición y el fondo es recurrente en la obra de LeWitt, aunque en este caso adquiere una calidad táctil.
Artista ligado a varios movimientos, entre ellos el arte conceptual y el minimal, Sol LeWitt se expresó principalmente a través de la pintura, el dibujo, la fotografía y las estructuras. Nacido en una familia judía de emigrantes rusos, tras recibir un BFA de la universidad de Syracuse en 1949 inicia una serie de viajes por Europa, donde recibe la influencia de los grandes maestros de la pintura. Instalado en Nueva York en los años cincuenta, centró su interés en el diseño gráfico, trabajando en la “Seventeen Magazine”. Durante la década siguiente el artista trabajará en el MoMA de Nueva York, otra experiencia que marcará el desarrollo de su obra. Por estos años, LeWitt se convertirá en uno de los principales representantes del arte conceptual, que subraya que la idea, y no su forma física, es lo fundamental. Fue uno de los pioneros de este movimiento, además de uno de sus más destacados teóricos, y su obra se ha relacionado también con el minimalismo. A partir de 1965 LeWitt será objeto de centenares de exposiciones individuales en museos y galerías de todo el mundo. Sus obras comprenden trabajos en dos y tres dimensiones, desde pinturas murales (más de mil doscientas) a fotografías, dibujos y esculturas de todo tipo, incluyendo torres, pirámides, formas geométricas y progresiones. Sol LeWitt utilizó con frecuencia estructuras abiertas y modulares basadas en el cubo, forma clave en el desarrollo de su lenguaje. En 1978, el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicó su primera exposición retrospectiva. Actualmente LeWitt está representado en dicho museo, así como en los Guggenheim de Nueva York y Bilbao, el Kunstmuseum de Basel, el Palazzo Forti de Verona, el SMAK de Gante, la Tate Gallery de Londres, el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden y la National Gallery de Washington, el Metropolitan de Nueva York y la National Gallery of Australia, entre muchos otros.