Reloj Luis Felipe. Francia, c. 1845
Bronce dorado, bronce patinado y mármol negro belga. Esfera de porcelana pintada a mano, esmaltada
Con suspensión del péndulo en hilo de seda
Firmado "Eugène Quesnel et CIE"
Conserva péndulo y llave
Presenta faltas en el patinado y piquetes en el mármol
Medidas: 49 x 30 x 24 cm.
Reloj de sobremesa de concepción escultórica, estructurado de manera escalonada a partir de una base de mármol con perfil cuadrado y esquinas delanteras retranqueadas. Sobre esta base se dispone la zona inferior, realizada en bronce dorado y adornada con un relieve de motivos vegetales, seguida de una cornisa y, finalmente, el cuerpo que alberga la esfera del reloj, con acabado blanco y números romanos en azul cobalto. El reloj se remata con la figura de un amorcillo que parece contemplar las horas de un modo anecdótico.
Los relojes de bronce de sobremesa fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.