PERE PRUNA OCERANS (Barcelona, 1904 – 1977).
“Pintora y arlequín”, 1958.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el margen inferior.
Medidas: 60 x 81 cm.; 81,5 x 102,5 cm.(marco).
Una pintora vestida con un maillot de arlequín realiza los últimos retoques de un dibujo representando una figura de arlequín, como si lo pintado se traspasara a lo real por algún tipo de magia simpática. Estos juegos enigmáticos eran frecuentes en las pinturas de Pere Pruna, en las que el mundo femenino y sus misterios ocupaba asimismo un lugar preponderante.
Pere Pruna se formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Tras empezar a exponer en la ciudad condal siendo aún muy joven, viajó a París en 1921, donde fue ayudado y orientado por Picasso. En la capital francesa realizó una exitosa muestra personal en la Galerie Percier, y entró en contacto con intelectuales como Cocteau, Drieu la Rochelle, Max Jacob y otros, con los que fundó la revista “Philosophie” en 1924. Serge Diaghilev le propuso realizar los decorados y figurines del ballet “Les matelots”, en 1925. Desde entonces trabajó asimismo en otras obras musicales. En 1928 obtuvo el segundo premio absoluto de la exposición del Carnegie Institute de Pittsburg y posteriormente, de vuela a Barcelona, obtuvo otros galardones como el del concurso “Montserrat visto por los artistas catalanes” (1931) o el Premio Nonell (1936). Este último estuvo rodeado de polémica, porque Pruna lo obtuvo por su óleo “El vi de Chios”, para el cual utilizó como modelo una fotografía publicada en una revista pornográfica parisina. Ante el revuelo causado, Pruna renunció al premio, pero el jurado se ratificó en su decisión. A raíz del estallido de la Guerra Civil, Pruna se instala en París y continúa con su actividad expositiva internacional, destacando su muestra organizada en Londres en 1937. Su estilo, centrado en una figura femenina grácil y estilizada, parte de la clara delicadeza del Picasso rosa y “neoclásico”, y revela un cierto paralelismo con el Novencento italiano. Pere Pruna está representado en el Museo Reina Sofia de Madrid, en el MNAC o en el de Montserrat, así como en importantes colecciones públicas y privadas.