VALENTÍN DE ZUBIAURRE AGUIRRÉZABAL (Madrid, 1879 – 1963).
“Escena rural”.
Óleo sobre tabla.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 30 x 36 cm; 46 x 52 cm (marco).
Hijo del compositor musical del mismo nombre, Valentín Zubiaurre nació sordomudo, al igual que su hermano menor Ramón, también pintor. De origen vasco aunque instalado en Madrid con su familia, el joven pintor inició su formación con el pintor Daniel Perea, también sordomudo, antes de ingresar en 1894 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Allí será discípulo de Carlos de Haes, Muñoz Degrain, Ferrant y Moreno Carbonero, y en paralelo completará su sólida formación visitando el Museo del Prado, donde realizó copias de los grandes maestros. Finalizada su etapa en San Fernando, en 1898 los dos hermanos Zubiaurre emprenden un viaje de estudios que les llevará a Francia, Italia y los Países Bajos. De regreso a España obtendrán una beca de la Diputación de Vizcaya, en 1902, que les permitirá instalarse en París. Allí acudieron a las clases de la Academia Julian, conocieron las corrientes modernas que se desarrollaban entonces en la capital francesa y se interesaron por el impresionismo. No obstante, los hermanos Zubiaurre no se mostraron permeables a su influencia, debido principalmente al peso de su formación académica y a su admiración tanto por los primitivos flamencos e italianos como por pintores españoles coetáneos como Darío de Regoyos y, especialmente, Ignacio Zuloaga. Valentín de Zubiaurre envió con asiduidad sus obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, siendo galardonado en varias ocasiones; en 1908 obtuvo segunda medalla, y en 1917 alcanzó la primera. También fue distinguido con premios de instituciones extranjeras, y obtuvo premios en destacados certámenes internacionales celebrados en la primera década del siglo XX, entre ellos los de Múnich, Buenos Aires, Bruselas, San Francisco, San Diego y la Universidad de Panamá. Ya a partir de la década de los veinte, y hasta la guerra civil, los hermanos Zubiaurre vivirán su época de mayor éxito y reconocimiento, tanto en España como a nivel internacional. Ambos se hallan para entonces claramente diferenciados a nivel estilístico: Ramón más colorista y Valentín más clasicista, aunque sin caer en rigideces académicas. Tras la guerra el hermano mayor permaneció en Madrid, mientras que Ramón se trasladó a América, donde permanecerá hasta 1951. Valentín retomó su carrera en España, y su reconocimiento se hizo oficial con su nombramiento como académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1945, culminando con la medalla de honor que se le concedió en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1957, seis años antes de su muerte. Valentín de Zubiaurre cultivó una pintura costumbrista, centrada principalmente en los temas vascos y castellanos, y también trató la temática del paisaje. Su pintura, intelectual y de magistral factura, está dominada por un cierta melancolía que diferencia su lenguaje del de su hermano Ramón. Está actualmente representado en los Museos de Bellas Artes de Chicago, Buenos Aires, París, Luxemburgo, Munich, Berlón, Tokio, Pittsburg y San Diego, así como en las principales pinacotecas del País Vasco, el Museo Castagnino en Argentina, el Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la colección BBVA y el Museo de Arte Moderno de Roma, entre otras tanto públicas como privadas.