ROBERTO BOMPIANI (Roma, Italia, 1821 –1908)
“Retrato de dama”, 1880.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Posee marco con desperfectos.
Firmado y fechado en la zona inferior izquierda.
Medidas: 75 x 62 cm; 97 x 82 cm (marco).
El retrato de esta joven, pintado por Roberto Bompiani, evoca la imagen de una auténtica bacante, una figura mitológica asociada con el vino, la fiesta y la alegría desenfrenada. Bompiani logra transmitir la sensación de movimiento y vitalidad a través de la postura y los gestos de la joven. Su cuerpo está ligeramente inclinado hacia un lado. Sus brazos están extendidos, mostrando una gracia sin igual mientras sostiene una tinaja de vino con sus manos, símbolo de la exuberancia y la celebración. El artista ha retratado meticulosamente los detalles de la vestimenta de la joven. Lleva un vestido liviano y fluido, que cae suavemente sobre su cuerpo y se mimetiza con la paleta de colores suaves y vibrantes utilizada para crear las carnaciones de la piel. Su cabello alborotado resalta su aspecto salvaje y libre, capturando lo salvaje y desenfrenado de su espíritu. En resumen, el retrato de esta joven, digna de una bacante, pintado por Roberto Bompiani, es una exquisita representación de la belleza, la pasión y la libertad. Cautiva al espectador con su expresión enérgica y su postura dinámica. Bompiani alcanzó gran fama con obras en las que recurría temáticamente a la antigüedad clásica ejemplo de ello es esta pintura o su obra titulada “Una chica italiana” perteneciente a la Walker Art Gallery de Liverpool, pintura que presenta una gran similitud en cuanto a temática y composición a la presente.
Bompiani nació en Roma y a los quince años se matriculó en la Accademia di San Luca de Roma, donde en 1836 compartió el primer premio con su compañero de estudios Angelo Valeriani. En 1839, ya había ganado premios tanto de escultura como de pintura en la Accademia. Fue muy prolífico, especialmente como pintor. Es especialmente conocido por sus pinturas de escenas de la antigua Roma, por las que se ganó el apodo de "el Bouguereau italiano", En 1876, en la Exposición del Centenario de Filadelfia, Bompiani expuso una muchacha romana colocando guirnaldas sobre el busto de su padre y el Suonatore di Tibia (Flautista). Estas fueron las primeras de sus populares obras pompeyanas. Expuso en la Mostra internazionale de Viena, donde obtuvo un premio por su retrato de Giovanni Battista Canevari (1872), que actualmente se exhibe en la Accademia di San Luca. Llegó a ser profesor y presidente de la Accademia di San Luca de Roma. Su hijo, Augusto Bompiani, y su hija, Clelia Bompiani, también fueron pintores.