Escuela francesa; segunda mitad del siglo XVI.
“Retrato de caballero”.
Óleo sobre tabla.
Medidas: 8 x 6 x 0.5 cm.
En esta obra el autor nos muestra una figura masculina que copa casi la totalidad del espacio, desprovisto de ornamentación y de gran monumentalidad en cuanto a la figura, como es habitual en la retratística de la época. El personaje se encuentra ataviado con una casaca de color negro sobre la que sobresalen los cuellos de un impoluto blanco, generando un contraste de una gran majestuosidad y relevancia desde una perspectiva basada en la sobriedad.
La pintura de miniaturas, especialmente de retratos, se desarrolló en Europa a partir del siglo XVI. Se trataba principalmente de pinturas encajadas en objetos como medallones, relojes de sobremesa o pequeñas cajitas. Se realizaban en una gran variedad de técnicas, como el óleo sobre cobre, estaño o marfil, las aguadas sobre pergamino o cartulina y, desde el siglo XVIII, la acuarela sobre marfil. Este delicado arte se irá perdiendo desde la segunda mitad del siglo XIX, en paralelo al desarrollo de la fotografía.