BARTHOLOMEUS VAN DER HELST (Haarlem, 1613-Ámsterdam, 1670).
"Retrato de dama", 1654.
Óleo sobre lienzo.
Procedencia: galería Anna Ruiz de Barcelona.
Medidas: 72 x 61 cm.; 95 x 82 cm. (marco).
Bartholomeus van der Helst fue un reputado retratista holandés, coetáneo de Rembrandt. El retrato de dama que nos ocupa pertenece a un periodo de madurez, cuando ya se había convertido en el retratista más solicitado entre la alta burguesía de Ámsterdam. La calidad pictórica se aprecia en cada detalle: las carnaciones algo ajadas pero con restos de candor que arrebola las mejillas, el brillo natural de los ojos gracias a un magistral manejo de las veladuras, los reflejos sedosos de los rizos, los plisados de las mangas abullonadas, la textura del suave algodón de la blusa sobre el vestido de terciopelo... Asimismo, un notable manejo de la luz juega con los contrastes entre el negro y el blanco, modelando las manos y el rostro con gran acierto naturalista.
Nacido en Haarlem, hijo de un posadero, van der Heist se trasladó a Ámsterdam. Su primer cuadro datado fue un retrato de grupo de los regentes del orfanato de Valonia, data de 1637. No se sabe de quién aprendió a pintar, pero en Haarlem debió conocer al menos la obra de Frans Hals, quien como él, nunca viajó a Italia y se especializó en el retrato. En 1639 obtuvo su propio encargo, "La compañía del capitán Roelof Bicker y el teniente Jan Michielsz Blaeuw". En Ámsterdam pudo haberse formado con Nicolaes Eliasz. Pickenoy. Pronto llegó a ser el retratista más famoso de la ciudad, con retratos halagadores en la línea de Anthony van Dyck, más comerciales que el oscuro e introspectivo trabajo tardío de Rembrandt. Algunos discípulos de Rembrandt como Ferdinand Bol y Govaert Flinck, adoptaron el estilo de van der Helst en lugar que el de su maestro. Su gran retrato de grupo "La Guardia Cívica de Ámsterdam celebra la Paz de Münster" fue realizado en 1648, y presentado con un éxito considerable. Fue esta pintura la que logró su fama entre las generaciones futuras, según Arnold Houbraken, y fue admirado por Godfried Kneller. Otro cuadro muy recordado de Van der Helst es el de Gerard Andriesz Bicker, hijo de Andries Bicker, el alcalde de Ámsterdam, a quien también pintó en 1642. Este retrato es a menudo usado para representar la obesidad como un símbolo de riqueza de los comerciantes de Ámsterdam de la Edad de oro holandesa en Ámsterdam. Fue probablemente pintado en 1639, el mismo año que el primer schutterstuk donde Roelof Bicker es la figura central.