MATEO GALLARDO (¿Madrid?, h. 1600 - Madrid, 1667)
“Jael y Sisara”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta leves faltas sobre la superficie pictórica.
Firmado en la zona inferior derecha.
Procedencia: Colección Fórum Filatélico, Madrid y Colección Privada de Madrid.
Medidas: 145 x 163 cm; 156 x 172 cm (marco).
Bibliografía
• Angulo Íñiguez, Diego, y Pérez Sánchez, Alfonso E., Historia de la pintura española. Escuela madrileña del segundo tercio del siglo XVII, Madrid, Instituto Diego Velázquez, csic, 1983, p. 67.
• Mónica Walker Vadillo., Jael y Sísara, Base de datos digital de Iconografía Medieval, Universidad Complutense de Madrid.
Con dos obras formando parte de la colección del Museo del Prado, este cuadro de excelente calidad, presenta el momento bíblico en el que Jael, la mujer del cenita Barac invita a Sísara (general de Jabin) a descansar en su tienda tras la batalla entre los Israelitas y los súbditos del rey Jabin de Canaán. Cuando cae dormido, Jael le clava una estaca en la sien; cumpliendo las palabras de la profetisa Débora, que auguraba que el general Sísara moriría a manos de una mujer y no bajo la espada de Barac. Este pasaje del Antiguo Testamento es considerado por los exégetas medievales como una prefiguración de la Virgen venciendo al demonio. Otros pintores se interesaron por este tema, como Artemisia Gentileschi (1593-1656), o Jacopo Vignali (1592-1664). Compositivamente vemos al general Sísara sobre el suelo, muerto, mientras Jael recoge la túnica del fallecido ante la atenta mirada de su marido. La indumentaria de los distintos personajes es de una gran riqueza cromática. El foco lumínico situado en el lado izquierdo dibujo distintos tonos sobre la piel de los retratados. Estas carnaciones se presentan muy atemperadas, pues sin ser monumentales, están trabajadas en gran detalle. En el extremo izquierdo se abre un ventanal a un paisaje que infiere profundidad a la escena. Los gruesos plegados del vestuario están tratados con minuciosidad aportan solemnidad a una escena narrativa de profundo sentido emocional.
Mateo Gallardo fue un pintor del barroco español asentado en Madrid. De sus obras, únicamente se conserva un lienzo firmado y fechado; el Martirio de Santa Catalina, (1653, Museo de Bellas Artes de Asturias). Su pintura se caracteriza por el vivo colorido y las formas rotundas de un dibujo muy elaborado. Es por eso considerado un pintor retardatario para su tiempo que permaneció bajo la estética del tardomanierismo. Entre sus obras mas conocidas destaca el retablo mayor de la Catedral de Plasencia.