Escuela valenciana, primera mitad del siglo XVI.
"San Judas Tadeo y San Simón".
Retablo o frontal de altar.
Pintura sobre tabla.
Madera tallada, dorada y policromada.
Presenta ligeros craquelados.
Medidas: 96 x 63 cm.
Retablo valenciano con la representación de los apóstoles Judas Tadeo y Simón El Zelote, dos apóstoles que a menudo aparecían juntos en la iconografía devocional porque ambos fueron muertos en manos de los sacerdotes persas por predicar el Evangelio. A Simón lo cortaron desde la cabeza a la entrepierna con una sierra, misma que le sirve de símbolo, como apreciamos en esta excelente pintura. Estamos ante un retablo renacentista, que hereda de época tardomedieval la solución del fondo dorado, aunque en este caso ha sido decorado con talla, volutas y cenefas que emulan brocados de efecto damasquino. Los dos personajes, de grandes ojos almendrados, intercambian sus miradas entablando un diálogo silencioso. La expresividad de sus rasgos y la naturalidad de sus ademanes denotan cierta influencia italiana filtrada por el aura de proximidad de Los Hernandos (los pintores Fernando Llanos y Fernando Yáñez), quienes introdujeron en la escuela valenciana y murciana las novedades del Quattrocento y el Cinquecento italiano. Concretamente, es la estela de los pintores florentinos cuatrocentistas, en la línea de Masaccio o Piero della Francesca la que mayormente influye en la escuela valenciana, y que se hace patente en los semblantes rudos y angulosos que nos ocupan, de expresión sombría, resueltos con un excelente dibujo y gamas contrastadas de satinados acabados.
Durante el Renacimiento se hicieron populares en la pintura española las series de apóstoles representados en parejas o de forma individual sobre un fondo neutro y portando sus atributos iconográficos. Derivaban de los retablos tardomedievales, pero en el siglo XVI las expresiones y ademanes ahondaban en un naturalismo característico de la época.