Escuela flamenca de principios del siglo XVII.
“La Resurrección de Cristo”.
Óleo sobre cobre.
Medidas: 25 x 19,5 cm; 28,5 x 23,5 cm (marco).
En este cobre el autor ha representado el tema de la Resurrección de Cristo: en un rompimiento de gloria dorado y luminoso, la figura monumental de Cristo se yergue exultante sobre el cielo. Enmarcado por amorcillos que se disponen tras las nubes, Jesús contempla al soldado que duerme en la zona inferior izquierda, ajeno al acontecimiento que se está produciendo. La imagen enmarca en la representación habitual de la escena, ya que presenta el sepulcro abierto. Jesús ya no pertenece al plano terrenal, algo que nos muestra ese abandono de lo mortal y su transición hacia lo divino, cumpliendo su mensaje y los designios de su padre. A pesar del contraste que se aprecia entre las tonalidades doradas y los colores oscuros, que conforman el manto de Cristo y la zona terrenal, la imagen revela cierto detallismo, que se puede observar especialmente en los gestos de cada uno de los personajes que conforman la escena.