JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 – Cercedilla, Madrid, 1923).
Libro de artista “El mar de Sorolla”. Ejemplar 627/2998
Libro de estudios y libro de arte con 69 facsímiles y 5 trípticos desplegables y dos láminas.
Editorial: Artika, en coedición con la Fundación Museo Sorolla.
Conserva estuche de Medidas: 35,3 x 45,8 cm (libros, x2): 35,3 x 45, 8 cm (carpeta con láminas): 41x 53 x 12,5 cm (estuche).
Este libro de artista realizado entre la Fundación Sorolla y la editorial especializada Artika nos presenta una selección de obras del artista valenciano basadas en la temática Marina.
Joaquín Sorolla (Valencia, 1863 – Cercedilla, Madrid, 1923) demostró su afición por el dibujo y la pintura, asistiendo por las tardes a las clases de dibujo que impartía el escultor Cayetano Capuz en la Escuela de Artesanos. Premiado al terminar sus estudios preliminares en la Escuela Normal Superior, ingresó en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, en 1879. Asimismo, durante sus visitas a Madrid, realizadas en 1881 y 1882, copió cuadros de Velázquez, Ribera y El Greco en el Museo del Prado. Dos años más tarde obtuvo un gran éxito en la Exposición Nacional de Bellas Artes con un cuadro de historia, lo que estimuló para solicitar una beca para estudiar en la Academia Española de Bellas Artes en Roma. Logrado su objetivo, en 1885 Sorolla parte para Roma, permaneciendo antes de llegar varios meses en París. En la capital francesa quedó impresionado por las pinturas de los realistas y los pintores que trabajaban al aire libre. Al terminar sus años en Roma regresa a Valencia en 1889, instalándose al año siguiente en Madrid. En 1892 Sorolla muestra una nueva preocupación en su arte, interesándose en problemas sociales al representar la triste escena de “¡Otra Margarita!”, premiada con medalla de primera clase en la Nacional, y al año siguiente en la Internacional de Chicago. Esta sensibilidad permanecerá en su obra hasta el fin de la década, en sus representaciones de la costa valenciana. Poco a poco, sin embargo, el maestro valenciano abandonará los temas de niños desdichados que vemos en “Triste herencia”, que había sido premiada en la Exposición Universal de París de 1900 y en la Nacional de Madrid un año después. Animado por el éxito de sus resplandecientes imágenes del Mediterráneo, y estimulado por su amor a la luz y a la vida de sus soleadas playas, centró en dichas escenas sus obras, más alegres y agradables, con las que logrará fama internacional.