Después de FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES; siglo XX.
“Disparate ridículo. Nº3”.
Grabado al aguafuerte sobre papel.
Medidas: 24 x 35 cm (huella); 45 x 56 cm (marco).
Siguiendo las palabras de la Fundación Goya en Aragón respecto al Disparate, Nº3: “Sobre una gruesa rama se asienta un numeroso grupo de individuos vestidos con amplios ropajes, impasibles ante otro personaje de espaldas que se dirige a ellos extendiéndoles su mano derecha. Bajo los mismos se expande un inmenso abismo. La rama se pierde en el espacio, pues no se le ve principio ni fin, convirtiéndose en la protagonista de la escena. Los personajes presentan una misteriosa quietud y frialdad, convirtiendo a esta estampa en una de las más enigmáticas de la serie de los Disparates. Se encuentran absortos sin relacionarse unos con otros y sin escuchar las palabras del orador. Sugieren frío ante su actitud de recogimiento. La ropa que llevan acentúa dicha sensación, ya que aparecen envueltos en gruesas mantas y toquillas, incluso una de las mujeres lleva las manos dentro de unos manguitos. Se desconoce la razón por la que Goya incluyó la palabra ridículo en el título. Parece que hubiera querido descalificar a este grupo de personajes ensimismados, aislados e inconscientes del peligro que les acecha, representado por el vacío que se abre a sus pies. Algunos autores han querido ver en esto una crítica a la pasividad de la aristocracia, inmóvil sobre su árbol genealógico. El fondo oscuro se consigue con la aguatinta, aunque, a diferencia de otras estampas, el entintado es menos compacto para sugerir un tímido crepúsculo. Con la punta seca se aplican pequeños toques en las figuras, como en la capucha de la que se encuentra en el extremo izquierdo”.